Desde ese momento tanto el profesorado como el alumnado de nuestro colegio se ha visto obligado a permanecer en casa y adaptarse a esta nueva circunstancia de emergencia sanitaria.
Ante esta situación excepcional, que ha dado un vuelco a nuestras vidas en todos los ámbitos, la comunidad de nuestro centro se ha propuesto aportar un mensaje de ánimo y fuerza al resto de la sociedad.
Los niños y las niñas de nuestro colegio, junto con sus familias, nos han regalado montones de mensajes positivos desde sus casas.
El profesorado, por su parte, ha querido lanzar su propio mensaje de apoyo desde la distancia asegurando al alumnado y sus familias que todo saldrá bien.
Cuidar el bienestar de toda la comunidad educativa a través de gestos como este es un aprendizaje que nos ha tocado ahora, desgraciadamente, vivir. Es curioso que una de las prioridades del centro en el marco del proyecto fuese precisamente esto. Poniendo en práctica lo aprendido... ¡Muchas gracias por no perder esas sonrisas!
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